Aislar con XPS desde el interior: ventajas y consideraciones a tener en cuenta

Aipex | 4 diciembre, 2019 | 0

Es esa época del año: la de pensar en las cálidas reuniones navideñas… y las gélidas temperaturas que, más veces de las que nos gustaría, se cuelan en nuestra vivienda habitual o en la querida casa del pueblo, dejando helada, de paso, nuestra cuenta corriente. Y, por si este no fuese un motivo de peso suficiente como para hacernos pensar en mejorar el aislamiento de nuestro hogar, apenas hace unos días que el Parlamento Europeo ha declarado la emergencia climática: ha llegado el momento de actuar contra las emisiones de CO2. Dado que el parque edificado es el responsable de un amplio porcentaje de ellas, ¿por qué no empezar la tarea desde casa?

Ya hemos dedicado espacio en este blog a hablar de las ventajas de los sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE) con poliestireno extruido. Y es que, por su durabilidad, alta resistencia a la humedad, una instalación que permite continuar la vida en el edificio sin contratiempos y el rápido retorno de la inversión (en forma de ahorro de costes de energía), se trata de una de las soluciones estrella cuando toda la comunidad de vecinos quiere dar un cambio energético (¡y estético!) al edificio.

Pero, ¿qué sucede si estamos ante un edificio cuya fachada está protegida, o no existe acuerdo con la comunidad de vecinos? Ante estos escenarios, es probable que debamos recurrir a un aislamiento por el interior. En estos casos, el poliestireno extruido también puede ser el aliado perfecto. Aunque en esta clase de intervenciones no se puede evitar interferir con el día a día de los habitantes de la vivienda, su colocación suele ser sencilla y rápida, y su alta resistencia a la humedad hace que sea un material muy duraderohttps://aipex.es/blog/2016/11/xps-nacido-para-durar/, capaz de conservar sus propiedades aislantes inalteradas a lo largo del tiempo.

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El XPS está especialmente indicado en procesos de rehabilitación energética de viviendas de uso intermitente, ya que su débil inercia térmica supone una ventaja en los casos en los que queremos calentar el aire interior de forma rápida: por ejemplo, en el caso de esa coqueta casita del pueblo que sería mucho más acogedora si las temperaturas en su interior superasen los quince grados en los meses de invierno. Eso sí, es conveniente prestar atención a las juntas entre paneles para evitar la formación de puentes térmicos por los que “se escape el gato” o penetre la humedad. El canto recto o las juntas machihembradas, que la mayoría de paneles de XPS ya incorporan de fábrica, serán de gran ayuda para evitar este problema.

Es posible demoler el tabique interior del muro de la vivienda y aprovechar el espacio dejado por la cámara interior para colocar el panel de poliestireno extruido y evitar, en la medida de lo posible, que su grosor reste espacio al interior, pero también puede ser aplicado directamente sobre la pared existente si se persigue una solución más sencilla y de menor coste. El XPS presenta, además, otra ventaja a la hora de los acabados, como es la posibilidad de enyesar directamente sobre él, gracias a su superficie apta para esta clase de aplicaciones.