El otoño ya está aquí y, con él, uno de los potenciales quebraderos de cabeza en nuestros hogares: las humedades y las temidas goteras. Aparte de un problema estético y la desagradable sensación de humedad ambiental, estos visitantes no deseados pueden acarrear serios problemas estructurales y provocar problemas de salud, especialmente respiratorios.