
La pobreza energética energética se incrementa en Europa, afectando a un 10,6% de la población (1,3 puntos más que en 2022). El dato, publicado por Eurostat, muestra cómo en pleno siglo XXI la proporción de hogares que no logran mantenerse a una temperatura adecuada en invierno o verano es todavía muy elevada.