Se esperaba su llegada antes de final de año y finalmente el pasado día 20 de diciembre se aprobó el Real Decreto que modifica el Código Técnico de la Edificación (CTE).
Tal y como el sector reclamaba, esta modificación moderniza el CTE y lo hace más acorde a las nuevas exigencias normativas y sociales sobre salud, confort, seguridad y eficiencia energética de los edificios.
AIPEX valora especialmente las mejoras realizadas respecto al “Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE)” que acercan la normativa española a la europea en materia de ahorro de energía. No en vano, todos los edificios que se construyan o rehabiliten a partir de ahora “tendrán una alta eficiencia energética, lo que, sumado a la mayor contribución de energía procedente de fuentes renovables, supondrá una reducción del consumo de energía primaria no renovable, respecto a los actuales, de en torno a un 40% de media”, según reconoce la información facilitada por el Ministerio de Fomento.
Lo más importante en opinión de la asociación es que el nuevo DB-HE ponga el foco en la mejora de “la calidad de las envolventes térmicas de los edificios y en el fomento del uso de las tecnologías más eficientes y sostenibles para su acondicionamiento, lo que permitirá alcanzar unas condiciones adecuadas de confort con el mínimo gasto energético”.
AIPEX también reconoce que estas modificaciones serán imprescindibles para el progresivo avance hacia una economía baja en carbono competitiva en 2050, objetivo con los que se ha comprometido España a través de acuerdos internacionales en las últimas Cumbres del Clima.
Además de la modificación del DB-HE, el nuevo CTE incluye una nueva sección del “Documento Básico de Salubridad” sobre “Protección frente a la exposición al radón”, por la que se establecen normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes. El Real Decreto aprobado recoge además cambios en el “Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio”, “donde se ha realizado una modificación en el apartado de “Propagación exterior” para adaptar las exigencias reglamentarias a la transformación que se está experimentando en la composición de los cerramientos exteriores de edificios en los últimos tiempos, tanto por la propia innovación tecnológica del sector, como por las crecientes exigencias de la normativa en materia de eficiencia energética”.
La asociación espera que esta modificación marque el inicio de una política ambiciosa en materia de eficiencia energética y sostenibilidad, tanto para la obra nueva como para la rehabilitación de edificios. Sólo con una estrategia global, actualizada, coordinada y decidida, España podrá hacer frente a sus compromisos de lucha contra el clima y avanzar hacia la esperada descarbonización de su parque edificado.