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LA ATRACCIÓN DE TALENTO EN EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN, UN ASUNTO CANDENTE

12/07/2024 | Noticias

El compromiso de AIPEX con un sector de la construcción cada vez más sostenible y orientado a la economía circular está en el propio ADN de esta asociación; por ello, AIPEX ha formado parte de diferentes iniciativas en las que ha querido aportar el saber hacer de sus asociados. Un de ellas es la campaña #ComunidadInstalador de Caloryfrio.com, que persigue poner el valor a los profesionales de la instalación como una parte imprescindible de la cadena hacia un parque edificado más sostenible.

Una de las actividades recientes de la campaña ha sido ser promotora del Foro del Instalador, un encuentro celebrado en el marco de Rebuild 2024, una de las citas más importantes del sector. Dicho foro ha consistido en cuatro mesas de debate, compuestas por distintos profesionales de la edificación, que han girado en torno a una de las preguntas clave que han impulsado la campaña: ¿Qué podemos hacer para que la profesión de instalador siga teniendo un futuro?

El Foro fue presentado por Maite Ruffo, directora de Caloryfrio.com. Contó con la participación de las asociaciones FENIE, AISLA, AGREMIA y CNI como moderadores y ANDIMAT, AIPEX, ATEDY y CONAIF como organizadores, además del apoyo de FEGECA y AFEC.

La primera de las mesas redondas, Perfil del nuevo instalador, fue moderada por Jesús Román, secretario general de FENIE, y puso el foco en la evolución de la empresa instaladora a lo largo de los últimos años, así como en la necesidad de especialización y actualización constantes de las empresas instaladoras.

«El instalador es el que está más próximo al cliente y ve perfectamente sus necesidades», destacaba Jaime Fornés, de FENIE. «Estas han cambiado con respecto a diez años atrás, cuando las instalaciones eran muy básicas, cuando no se hablaba de autoconsumo, de movilidad o de eficiencia».

La segunda mesa de debate, Buenas prácticas del instalador del futuro ,tuvo como moderador a Álvaro Pimentel, secretario general de AISLA, y se centró en la importancia fundamental de la profesionalización y el reconocimiento profesional del instalador. La necesidad de atraer talento al sector y hacerlo atractivo para los jóvenes es una de las cuestiones candentes: «Tratamos de atraer el talento femenino a nuestras formaciones, tratando de darle glamour al sector de la construcción y de la instalación, porque lo tiene», afirmó Laura Baquero, de Ella Construye.

Inmaculada Peiró, directora de Agremia, fue la moderadora de la tercera mesa de discusión, Atracción de nuevo talento , que trató la necesidad actual del sector de atraer y retener tanto talento joven como profesionales que busquen reciclarse, ahondando en los motivos que están detrás de la escasa capacitación profesional pese a la demanda de trabajadores cualificados existente. No se dejaron de lado las condiciones laborales, como conciliación o teletrabajo, que atraen a las generaciones más jóvenes. «Lo bueno que tiene este sector es que nunca acabas de aprender. Es una formación continua», explicó Carla Márquez, estudiante de Agremia y actualmente con un contrato que le permite seguir formándose mientras trabaja, una opción con mucho futuro a la hora de atraer a jóvenes al sector.

La cuarta mesa del Foro, Comunicación de la profesión actual y de futuro contó con la moderación de la directora de CNI, Blanca Gómez, y giró alrededor de la necesidad de comunicar el valor de la profesión para que esta sea conocida, puesta en valor y escogida por los jóvenes. «Si lo que queremos es cambiar el paradigma, es una cerrar de fondo. Tiene que ser sostenida y alineada con los valores y motivaciones de la generación», afirmó Juan Carlos Guerrero, de Triangle Studio.

En la línea debatida en el Foro del Instalador, cabe destacar cursos como los que ofrece la Fundación Laboral de la Construcción, donde se pueden realizar desde cursos breves y gratuitos en línea a la FP oficial de construcción, pasando por distintos cursos subvencionados. Entre los propios asociados de AIPEX, muchos cuentan con una oferta formativa muy variada de la que hablamos en este post.

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EL SATE CON XPS: UNA APLICACIÓN DE AISLAMIENTO LLENA DE VENTAJAS

29/05/2024 | Información técnica

Para cumplir con los compromisos de reducción de la demanda de energía y modernización de los edificios españoles, nuestro país debe conseguir rehabilitar 300.000 viviendas al año, tal y como recordó Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana, durante su participación en CONTART 2024, encuentro del sector organizado por el CGATE. A este desafío se deben añadir los nuevos requerimientos de la Directiva Europea de Eficiencia Energética (EPDB), que implica, por un lado, un ritmo más acelerado para la rehabilitación y, por otro, realizar esta siguiendo criterios para la reducción de la demanda energética de los edificios y su impacto ambiental.

“Es evidente que el foco de atención está puesto sobre las ciudades y los inmuebles que las integran. Una actuación a gran escala sobre el parque edificado lograría una importante reducción tanto de la energía como de las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo notablemente a la lucha contra el cambio climático”, explica a este respecto Mario Serrano, secretario general del AIPEX. “En este contexto, actuaciones como el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) son la mejor alternativa para renovar la envolvente de los edificios, mejorando la eficiencia, el confort y la salud de los ocupantes”, explica.

En esta aplicación constructiva, el XPS es un material que proporciona diferentes ventajas: “Las propiedades aislantes del poliestireno extruido, su resistencia a la compresión, durabilidad y estabilidad dimensional, así como su excelente comportamiento ante el agua (nula absorción) y la humedad hacen de este material una de las mejores soluciones de aislamiento a la hora de instalar un SATE,”, resume Mario Serrano.

El manual de AIPEX “Soluciones de aislamiento con poliestireno extruido”, descargable de forma gratuita en nuestra web, recopila hasta 7 ventajas que proporciona el empleo del XPS en el SATE.

1. Minimiza los puentes térmicos. Explicado de una forma sencilla, los puentes térmicos son “puntos débiles” en la envolvente del edificio, por los que podrían producirse pérdidas de frío o calor según la estación y que favorecen la aparición de condensaciones. El XPS contribuye a resolverlos, mejorando en consecuencia el aislamiento.

2. La continuidad del aislamiento térmico evita las diferencias de temperatura entre diferentes puntos del edificio, previniendo dilataciones y contracciones capaces de provocar fisuras y grietas, que pueden afectar a la durabilidad de la estructura.

3. Suprime las grandes variaciones de temperatura, tanto en verano como en invierno, con lo que logra temperaturas más estables en el interior.

4. Reduce el riesgo de condensaciones tanto superficiales como intersticiales: al colocar el aislante por el exterior, la mayor parte de la pared se encontrará a temperatura más alta, lo que minimiza la condensación.

5. Aprovechamiento de la inercia térmica del cerramiento: se saca partido de la energía acumulada en el interior del cerramiento tanto por la radiación solar como por la calefacción, que es devuelta al interior en las horas de temperaturas más bajas.

6. Proceso constructivo más sencillo y más rápido.

7. Es un sistema que ocupa menor espacio en planta.

«Aplicado en un sistema SATE, el XPS se adapta a la forma del edificio, proporcionando una imagen renovada al mismo y reduciendo el riesgo de condensaciones en la masa del cerramiento interior», explica Mario Serrano. «De esta manera, se mejora la seguridad y la salud del edificio y sus ocupantes. Como punto extra, señalar que el XPS, gracias a su excepcional durabilidad, no requiere mantenimiento a lo largo de toda su vida útil, pudiendo reciclarse al final de la misma”, concluye.

Además, el SATE no reduce la superficie útil en el interior de las viviendas, permite a los propietarios seguir viviendo en sus hogares durante las obras con unas molestias mínimas, y confiere un aspecto renovado a la fachada, que contribuye en muchos casos a la revalorización del inmueble, tanto por el aspecto estético como por la importante mejora de su calificación energética. Esta inversión se amortiza rápidamente: de media, en unos cinco años.

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EL AISLAMIENTO TÉRMICO DE LA TERRAZA, UN PASO IMPRESCINDIBLE PARA DISFRUTARLA SIN SOBRESALTOS

30/04/2024 | Recomendaciones

La primavera ha llegado y, con ella, los primeros calores que nos avisan de que el verano está más cerca de lo que parece. Con unas temperaturas medias que suben cada año y olas de calor cada vez más persistentes, el disfrute de la época estival se ve algo empañado por la necesidad de combatir el calor, ese enemigo silencioso que se infiltra en casa casi sin que sepamos cómo.

Obviamente, como lectores habituales de este blog, sí sabemos cómo se cuela el calor en nuestra vivienda, la culpa es de un aislamiento térmico insuficiente o incluso, en el caso de los edificios más antiguos, inexistente. Este material, cuando está instalado de forma correcta y con el espesor indicado, se convierte en una barrera que nos permite conservar temperaturas de confort en el interior y reducir el uso del aire acondicionado, algo igualmente importante en un contexto en el que los precios de la energía también se disparan hacia arriba.

A este respecto, el aislamiento de la envolvente del edificio es clave, y hoy vamos a fijarnos en una parte de la vivienda que, aunque técnicamente está en el exterior, es igualmente importante a la hora de asegurar nuestro bienestar en lo que a temperaturas se refiere.

Cuando hablamos de terrazas, la mayoría pensamos en asociaciones de lo más positivas: un desayuno al aire libre, una tumbona para leer al sol, una reunión con amigos, etc. El confinamiento de 2020, aún reciente en nuestra memoria, hizo que este espacio a menudo olvidado ganara enteros a ojos de casi todos. Sin embargo, una terraza con un aislamiento y una impermeabilización deficientes puede ser fuente de bastantes quebraderos de cabeza: más calor en el interior en verano, cuando los rayos solares caen a plomo sobre ella, y humedades asociadas a los meses lluviosos, en los que el agua se acumula en su superficie y a menudo encuentra el resquicio para llegar hasta el interior de la vivienda, pudiendo llegar a provocar problemas de hongos.

El agua que se filtra en la edificación puede convertirse en una seria amenaza para la integridad de su estructura. La solución, como veremos, pasa por aislar.

Por ello, merece la pena aprovechar la menor incidencia de lluvia en los meses venideros para corregir un problema que se nos puede complicar más adelante, y de paso dejar el espacio listo para disfrutarlo en las noches de verano.

Las planchas de poliestireno extruido son una excelente opción para el aislamiento de la terraza o cobertura plana del edificio. En primer lugar, por sus conocidas propiedades aislantes, que nos ayudarán a mantener la vivienda fresca en verano y acogedora en invierno. Sin embargo, otra característica del XPS que es especialmente interesante para este tipo de aplicación es que es un material que posee una absorción de agua prácticamente nula, por lo que no se verá afectado en los meses donde se produzcan más lluvias.

Además, la resistencia a la compresión del XPS hace que pueda ser aplicado sin problemas en zonas que se van a transitar, como es el caso de las terrazas, ya sean individuales o comunitarias. Esta resistencia a la compresión es una de las claves de la durabilidad de este material, que es capaz de mantener sus propiedades inalteradas durante décadas y, por tanto, garantiza que la intervención se conserve en perfectas condiciones durante mucho tiempo, prácticamente sin ningún mantenimiento.

Todo ventajas, ¿no? Solo queda buscar a un instalador que nos ayude con esta actuación para asegurar que se realiza de forma correcta y preparar el calendario de actividades en nuestra nueva terraza.

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CUBIERTAS INCLINADAS Y LA REHABILITACIÓN TÉRMICA BAJO TEJA CON XPS

04/04/2024 | Información técnica Proyectos con XPS

Aunque todos conocemos el dicho «No hay que empezar la casa por el tejado», la cubierta del edificio es una zona clave desde el punto de vista de su eficiencia energética y es un elemento que no debemos descuidar a la hora de evitar el desperdicio de energía. Se trata de una parte fundamental de la envolvente del edificio y su correcto aislamiento térmico no solo nos ayudará a ahorrar en climatización y a mantener temperaturas de confort en el interior de la casa, sino que nos protegerá frente a patologías como las ocasionadas por las filtraciones y humedades.

Existen diferentes tipos de cubierta, que podemos dividir en dos grandes grupos: las cubiertas planas y las cubiertas inclinadas. Ya hablamos de las cubiertas planas invertidas aisladas con XPS en este mismo blog, así que hoy vamos a centrarnos en otra aplicación muy habitual en nuestro país: la cubierta inclinada con aislamiento térmico bajo teja.

Durante sus más de 50 años de historia, el XPS ha demostrado sobradamente una absorción de agua prácticamente nula, alta resistencia a la compresión, excelente capacidad de aislamiento térmico y una elevada durabilidad, que hace que mantenga sus propiedades inalterables pese al paso del tiempo. Todas estas ventajas hacen que su aplicación en cubiertas sea muy habitual, y las inclinadas no son una excepción.

En esta solución constructiva, se pueden usar tres clases principales de soportes: faldones formados por forjado de hormigón; faldones formados por tableros machihembrados cerámicos sobre tabiques palomeros, apoyados a su vez sobre forjado horizontal de hormigón; faldones formados por tablazón de madera, normalmente en edificaciones rurales tradicionales.

Hay que tener en cuenta que las planchas de poliestireno extruido, tanto si van situadas al exterior del soporte como al interior, nunca deben quedar expuestas en la aplicación final de uso. Esto se traduce en que deben ubicarse tras un acabado visto que es realizado con otros productos: en el caso del que hablamos, el tejado, los habituales son la teja, el forjado, tableros diversos, etc.

Cuando nos encontramos ante el caso concreto de una cubierta inclinada, puede no ser viable la intervención por el exterior, a no ser que en el proceso de rehabilitación se vaya a levantar la teja; en este caso, sí se puede aprovechar para incorporar las planchas aislantes de XPS antes de retejar. Se recomienda retejar de forma que entre la teja y el aislamiento se cree una cámara de aire ventilada.

En cuanto a la instalación, las planchas de XPS se situarán sobre el soporte, con las acanaladuras paralelas a cumbrera, mediante: fijaciones mecánicas, si no se va a impermeabilizar (en pendientes de hasta 45º = 100%); adhesivos compatibles con el XPS (en pendientes de hasta 30º = 57%) o láminas asfálticas impermeabilizantes autoadhesivas, que aúnan la función de impermeabilización y fijación de las planchas (en pendientes de hasta 30º = 57%).

A continuación, se dispondrá un cajeado en los encuentros del faldón con aleros y hastiales, para que las planchas queden retenidas por los topes que forman dicho cajeado. El tope en alero estará diseñado para evitar un eventual deslizamiento de las planchas aislantes y la teja colocada sobre ellas.

Los casos prácticos de este tipo de intervención recogidos en la Guía técnica para la rehabilitación de la envolvente térmica de los edificios de AIPEX muestran que, especialmente cuando se combina con la mejora del aislamiento de las ventanas y fachadas, se consiguen elevados porcentajes de ahorro de energía en los edificios en los que han sido realizadas.

Como consideración final, y para cualquier tipo de aplicación, conviene en primer lugar asegurarnos de que el producto que vamos a emplear se corresponde con el recomendado para la solución que se va a aplicar. Estos datos se pueden consultar en la Guía técnica para la rehabilitación de la envolvente térmica de los edificios de AIPEX, que se puede descargar en el siguiente enlace: https://aipex.es/wp-content/uploads/2023/03/Guia-Rehabilitacion-XPS.pdf.

Por supuesto, recurrir a un instalador con la experiencia necesaria es también clave a la hora de lograr los resultados óptimos en cualquier rehabilitación.

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LECTURAS RECOMENDADAS: MANUALES, GUÍAS E INFORMES “IMPRESCINDIBLES” EN 2024

23/02/2024 | Noticias

¿Eres de los que han apuntado en su lista de propósitos para 2024 leer más? Si es así, tal vez ya estés en el camino de afianzar el hábito o necesites un poco de motivación extra. Tanto si estás en el primer grupo como en el segundo, desde AIPEX te proponemos una serie de documentos con los que actualizar tus conocimientos sobre el sector de la construcción y los desafíos a los que se enfrentará en los próximos años.

Empezamos por la propia web de AIPEX: en nuestra sección de descargas, podrás acceder de forma gratuita e inmediata a una serie de artículos técnicos  sobre distintos temas, tanto relacionados con el XPS como no. Infórmate a fondo sobre la durabilidad de las planchas de poliestireno extruido o descubre a qué nos referimos cuando hablamos de aislamientos de durabilidad casi secular.

Por otro lado, en Publicaciones estarás a un clic de distancia de publicaciones con contenidos muy diversos: en algunos casos, creadas por AIPEX; en otros, por asociaciones de las que formamos parte o entidades del sector de la construcción. ¿Quieres sugerencias concretas? Nuestra Guía Técnica para la Rehabilitación de la Envolvente Térmica de los Edificios, o la Guía práctica de la energía para la rehabilitación de edificios, del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), te pueden dar los argumentos necesarios para convencer a tu comunidad de vecinos de las ventajas de invertir en mejorar el aislamiento de vuestro edificio para ahorrar en la factura energética.

Pero las lecturas interesantes no se limitan a nuestra web: Green Building Council España ofrece su Hoja de Ruta para la Descarbonización de la Edificación, un interesante documento que presenta los objetivos y pasos necesarios, así como el papel que deberán jugar en este proceso tanto las administraciones públicas como los diferentes actores del sector de la construcción, para avanzar hacia un parque edificado neutro en emisiones de aquí a 2050.

También de GBCE, asociación de la que AIPEX es colaborador, podemos descargar su Informe PAÍS 2023: Naturaleza y diversidad en el entorno construido. En este caso, se analiza el impacto de la actual situación de agotamiento de los recursos naturales y emergencia climática en nuestra calidad de vida, y las vías existentes en cada sector para trabajar juntos hacia un cambio de modelo, caracterizado por una sociedad resiliente al cambio.​

El CSCAE (Consejo Superior de Colegios de Arquitectos Técnicos de España) alberga en su página web una serie de guías propias, cuyo contenido gira en torno a la rehabilitación energética: desde su Guía sobre recomendaciones para la rehabilitación energética en hogares en situación de vulnerabilidad, en colaboración con ECODES, y que se sumerge en el problema de los hogares que mayores problemas experimentan a la hora de pagar la factura de energía, a la Guía vecinal de rehabilitación , una útil herramienta para las comunidades de vecinos. La gestión de ayudas a la rehabilitación energética es otra de las cuestiones que se abordan en profundidad en los diferentes documentos que están disponibles para descarga en la página del CSCAE.

Por último, aunque no menos importante, hay que citar a nuestros colegas de ANDIMAT (Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes), que han creado una serie de documentos muy interesantes focalizados en diferentes temas relacionados con la durabilidad y el mantenimiento de nuestros edificios, como La función del aislamiento en la protección contra la humedad o Seguridad contra incendios en fachadas. Todos están a golpe de clic aquí: https://www.andimat.es/descargas/

Hasta aquí, nuestra lista recomendada de lecturas: disfrutarlas en un cómodo sofá con una buena taza de café, o aprovecharlas para evadirse en los ratos en el transporte público, es una decisión personal.

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2024: LA ACTUALIDAD DEL MERCADO DEL XPS Y TENDENCIAS GLOBALES DE FUTURO

01/02/2024 | Noticias

Un clásico del comienzo de año son los buenos propósitos, el balance de los meses anteriores y la planificación de cara al futuro. En AIPEX también nos gusta abrir el año con buen pie y un excelente punto de partida es el análisis del mercado del poliestireno extruido o XPS; en este caso, apoyándonos en un reciente informe de Mordor Intelligence sobre qué cabe esperar en este ámbito en el periodo comprendido hasta 2028.

Un primer paso es conocer su tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés). Esta se emplea para expresar el crecimiento de un indicador respecto a años anteriores y, en el caso del mercado del XPS, se espera un incremento superior al 4% durante los próximos cuatro años.

La recuperación frente a la pandemia de 2020 es ya un hecho, con cifras que ya han alcanzado los niveles anteriores a la misma, lo que, unido a las perspectivas de crecimiento futuro, demuestra la resiliencia del sector. La pujanza de la construcción implica un crecimiento de la demanda de materiales constructivos y de aislamiento a nivel mundial; en este sentido, las exigencias cada vez mayores de eficiencia energética del parque edificado también influirán positivamente en la demanda de materiales como el poliestireno extruido, que mejoran el consumo de energía de las construcciones en las que se instalan.

En el lado menos positivo de las previsiones, el coste ascendente de algunos materiales, entre los que también está el XPS, podría influir en la decisión de emplear otros similares con menor precio. Sin embargo, su probada durabilidad incluso ante condiciones climáticas extremas hace que el balance general a la hora de elegirlo como aislante siga siendo muy interesante, gracias a su capacidad para permanecer inalterado durante décadas.

En cuanto a la zona geográfica donde el crecimiento del mercado es mayor, y en la que se espera que continúe creciendo, se trata de Asia-Pacífico, con países como China, India y Japón a la cabeza de la demanda. El crecimiento de la población y, con ella, la urbanización, sumado al aumento del nivel de vida y búsqueda de mayor confort en el sector residencial, son los principales motivos detrás de este aumento en China e India. En los tres países que lideran la demanda de XPS, las preocupaciones medioambientales también han apuntalado este crecimiento: la búsqueda y demanda de edificios con alta eficiencia energética y mínimas emisiones crece año tras año, en lo que parece una tendencia que ha llegado para quedarse. Las imposiciones a nivel global en cuanto a la reducción de emisiones de CO2 también reforzarán la demanda de materiales aislantes en el horizonte temporal que va desde hoy a 2050.

Otro de los aspectos que estudia el informe es la influencia de la demanda de edificios con usos distintos al residencial en el mercado total del poliestireno extruido. A este respecto, también encontramos que la región Asia-Pacífico lidera la tendencia. Al contrario del escenario vaticinado durante la época de la pandemia, en el que la oficina llegó a ser considerada como propia del pasado frente al alza del teletrabajo, los años posteriores han servido para equilibrar esas previsiones y demostrado que la demanda de espacios de oficinas sigue existiendo, con especial fuerza en países como China o India.

Las grandes superficies dedicadas al ocio también parecen haberse sobrepuesto a las predicciones más pesimistas de la época de pandemia, y los centros comerciales siguen levantándose en todo el mundo. Entre las cifras aportadas por el informe, se cita que China posee en torno a 4.000 centros comerciales, y se estima que 7.000 más estarán abiertos para 2025; los estándares de construcción más eficiente también se aplican a este tipo de edificios.

Como podemos ver, se trata de tendencias positivas, en términos generales, tanto para el sector de la construcción en general como para el del poliestireno extruido en particular, un material que, seguro, tendrá mucho que aportar en el todavía largo camino hacia un parque edificado sin emisiones.

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EL XPS Y LOS CERTIFICADOS DE PRODUCTO Y CALIDAD: UNA RELACIÓN A LARGO PLAZO

02/01/2024 | Información técnica

En la actualidad, el control de las emisiones resultado de la actividad humana que se lanzan a la atmósfera se ha convertido en una prioridad, debido a su incidencia en el aumento de las temperaturas y el calentamiento global, cuyas consecuencias se hacen más visibles año tras año. El sector de la construcción y, en términos generales, el de los edificios, es uno de los implicados en el proceso: son responsables del 38% de las emisiones globales de CO2, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

En países como España, con un parque edificado envejecido y, en términos generales, deficientemente aislado, a este problema se suma la dificultad que muchas personas encuentran a la hora de mantener sus hogares a una temperatura confortable durante episodios de frío o calor extremo. Ya son muchas las ocasiones en las que en este blog hemos señalado cómo el poliestireno extruido (XPS) es un interesante aliado, gracias a sus propiedades para proporcionar aislamiento térmico, que se suman a su durabilidad, que le permite mantener sus condiciones aislantes inalteradas durante largos periodos de tiempo, al elevado porcentaje de contenido reciclado que admite en su composición (incluso hasta el 100%) o a sus posibilidades de reciclaje y reutilización al final de la vida útil de los edificios en los que está instalado.

Para medir y certificar estas propiedades, el XPS es sometido a una serie de pruebas y tests que acreditan su efectividad: se trata de los certificados de producción, que se realizan durante el proceso de fabricación, y de los que ya te hablamos de forma más extensa aquí. De esta forma, se comprueba la resistencia del material a la compresión o los ciclos de hielo-deshielo, su absorción de agua prácticamente nula, etc.

Por otro lado, nos encontramos con las Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), imprescindibles para que un producto pueda considerado respetuoso con el medio ambiente. Estas declaraciones examinan el ciclo de vida completo de un material, conforme a normas internacionales, teniendo en cuenta todas y cada una de sus fases: extracción y procesado de materias primas; producción de energía y materia prima; fabricación, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento y, por último, reciclado y disposición del residuo. Así, se logra certificar que en cada una de estas etapas se cumple con los requisitos necesarios como para que el material en cuestión pueda ser utilizado en proyectos de edificación sostenibles.

Así, como resultado del análisis de su ciclo de vida (ACV) podemos afirmar que el XPS es un material cuyo impacto medioambiental puede considerarse muy bajo en sus diferentes fases. Tras haber sido instalado en un edificio, bastarán algunos meses para que haya logrado ahorrar más energía, recursos y emisiones de los ocurridos en su producción. Para comprobarlo, es posible consultar una declaración ambiental de producto del XPS , realizada a partir de datos de Exiba (The European Extruded Polystyrene Insulation Board Association).

Por todo esto, el XPS es un material que puede ayudar a lograr diferentes certificaciones energéticas, como VERDE, BREEAM o LEED, que acreditan la eficiencia de los edificios. Estas califican al edificio según una escala en la que los puestos más altos representan la mayor sostenibilidad, y crecen en popularidad en el actual contexto de apuesta por la eficiencia energética.

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FABRICACIÓN DE XPS CON MATERIAL RECICLADO: UNA ALTERNATIVA LLENA DE VENTAJAS MEDIOAMBIENTALES

30/11/2023 | Información técnica

A lo largo de las últimas décadas, la preocupación por el aprovechamiento de las materias primas y la reducción de residuos ha ido creciendo, y con ella la búsqueda de métodos y alternativas para reducir, reutilizar y reciclar tanto los materiales como los productos. La reciente celebración de la Semana Europea sobre la Prevención de Residuos, una cita anual que pretende concienciar sobre la necesidad de minimizar nuestra huella ambiental, es un claro ejemplo de esta tendencia que ha venido para quedarse.

En medio de esta preocupación, y con una crisis climática que no deja de mostrarnos sus efectos con cada vez mayor frecuencia, es importante no quedarnos en la superficie, con eslóganes fáciles y rápidos. El plástico ha sido una de las víctimas fáciles en esta conversación: si bien los plásticos de un solo uso pueden y deben ser reducidos en nuestra vida cotidiana, otras de sus presentaciones pueden presumir de una larga durabilidad e, incluso, de ayudarnos a no malgastar más energía, concretamente en la climatización de nuestros hogares. Nos referimos, por supuesto, al aislamiento térmico.

El poliestireno extruido (XPS) no solo es un material capaz de conservar inalteradas sus propiedades a lo largo de décadas, incluso en condiciones climáticas extremas, protegiendo los edificios en los que ha sido instalado. También es reutilizable, reciclable y, más aún, admite un elevado porcentaje de material reciclado en su composición (¡hasta del 100%!).

El proceso de fabricación del XPS a partir de granza reciclada es exactamente igual al convencional y tiene como resultado un producto de idénticas características y propiedades, con la única diferencia de utilizar granza reciclada en lugar de virgen. Así, no requiere de procesos ni gastos adicionales para alcanzar el mismo resultado, con la principal ventaja de ofrecer una segunda (y larga) vida a otros materiales cuyo ciclo de vida, debido a sus limitadas posibilidades de reutilización, es más corto.

Uno de los materiales que puede disfrutar de una segunda oportunidad transformado en XPS es el poliestireno expandido (EPS). Es un material conocido por todos, muy empleado para el envasado de alimentos y el embalaje por la protección contra impactos que proporciona y sus propiedades de aislamiento térmico, ligero y fácil de adaptar a las necesidades de cada producto a proteger.

Como ya hemos adelantado, el único problema está en su ciclo de vida relativamente breve: especialmente en los casos de uso para envasado y embalaje, el EPS se convierte rápidamente en residuo, lo que se traduciría en enormes cantidades desechadas cada día. Es aquí donde entra la necesidad de su recuperación.

Prácticas como la incineración y el landfilling provocan un importante daño medioambiental, mientras que el reciclaje es una oportunidad de reutilización. Debido a su propio proceso de fabricación, es muy complejo introducir el EPS reciclado para volver a producir nuevo EPS, pero muy sencillo para fabricar XPS. De hecho, y según el tipo de tratamiento, el reciclado en el caso del XPS puede ser infinito, con el consiguiente ahorro de materia prima y energía.

Una gestión adecuada de los residuos es clave para pasar de la generación de desechos a su aprovechamiento como valiosos recursos y fuentes de materias primas, favoreciendo la transición hacia una economía circular en la que se alargue el ciclo de vida de los productos y se reduzca en lo posible la huella ecológica que provoca casa una de las fases de sus procesos de creación, transporte, instalación y uso.

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CÓMO EVITAR LA HUMEDAD EN LOS PISOS BAJOS: EL AISLAMIENTO DEL ZÓCALO

31/10/2023 | Información técnica

Cuando hablamos de aislamiento térmico de los edificios, las imágenes que surgen en nuestra mente suelen estar relacionadas con el aislamiento de los muros, ya sea por el exterior del edificio o por su interior, o con las cubiertas. Sin embargo, para lograr una eficiencia óptima del edificio, es necesario actuar sobre la totalidad de su envolvente, y esto incluye el suelo y las zonas en contacto con el terreno.

Una de estas zonas en las que no se suele reparar es el zócalo: allí donde se produce la unión del aislamiento en contacto con el terreno con la capa de aislamiento de la pared exterior, el zócalo ocasiona, por lo general, un puente térmico por el que se producen pérdidas energéticas. De hecho, un deficiente aislamiento en esta zona suele estar detrás de los temidos problemas de humedades tan típicos en los pisos bajos. Para evitar que nuestro hogar se convierta en un terrorífico escenario de Halloween a lo largo de todo el año, se puede recurrir a la instalación de planchas de poliestireno extruido (XPS) a modo de aislamiento del zócalo.

Se trata de una aplicación efectiva, pero en la que hay que tener en cuenta algunos detalles para una instalación correcta. En primer lugar, y como en cualquier zona en contacto con el terreno, el uso de impermeabilizantes es un paso necesario. Por ello, debemos escoger materiales que sean compatibles con las planchas de XPS. Si se ha optado por materiales de impermeabilización de aplicación líquida, es necesario esperar hasta que se sequen y endurezcan por completo.

Llegados a la hora de instalar las planchas de aislamiento, estas se colocan aprovechando el mecanizado, hasta unos 30 centímetros como mínimo por encima del límite superior del terreno. Las planchas son fijadas mediante el sistema de aplicación por puntos y banda perimetral, utilizando un adhesivo adecuado, o en toda la superficie de la plancha. En el caso de que se opte por fijar las planchas con fijaciones mecánicas, es necesario impermeabilizar también las perforaciones.

Una vez concluidos los pasos anteriores, solo queda aplicar la capa decorativa final de enlucido directamente sobre las planchas de aislamiento. Puede contener una malla de refuerzo si fuese necesario.

En cuanto al poliestireno extruido utilizado en aplicaciones en contacto con el terreno, deberá cumplir con las especificaciones de la norma UNE EN 13164 y poseer el marcado CE equivalente a la misma.

Podemos, además, repasar brevemente las propiedades que debe tener el XPS:

  1. Una superficie rugosa; es decir, sin piel de extrusión, para optimizar la adhesión y el revestimiento directo.
  2. La tolerancia máxima permitida para el espesor será de ±1 milímetro.
  3. El XPS posee una elevada resistencia a la tracción; el valor mínimo de la misma para esta aplicación será de > 200 kPa [TR200].
  4. El XPS se distingue por su elevada resistencia a cortante, y el valor mínimo de esta propiedad para esta actuación será de > 200 kPa [SS200].
  5. La buena estabilidad dimensional del XPS quiere decir que, cuando es sometido a temperaturas de 70 ºC y el 90% de humedad a lo largo de 48 horas, los cambios que conciernen a su longitud, anchura y espesor iniciales no exceden del 5%.
  6. La elevada resistencia a la humedad del XPS es clave a la hora de evitar riesgos de condensaciones en los muros. El factor adimensional de resistencia a la difusión del vapor de agua () del XPS es, como mínimo, ≥80 [MU80]. Estamos ante un valor de los más elevados, comparando con otros materiales usados en el sistema SATE, que están entre 1 y 50.
  7. En lo referente a la capilaridad, es nula en el caso del XPS: esto es especialmente importante en el caso de los zócalos.
  8. El XPS mantiene su baja conductividad térmica a largo plazo, lo que se traduce en un menor consumo de energía del edificio y menores emisiones de CO2.
  9. Por último, el XPS se caracteriza por su elevada durabilidad: las características que hemos destacado prácticamente no serán alteradas con el tiempo.

Si quieres conocer más acerca de esta y otras aplicaciones del XPS, puedes consultar nuestro Manual de instalación de poliestireno extruido en aislamiento en contacto con el terreno, disponible para descarga en nuestra web.

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CIUDADES RESILIENTES: ¿CÓMO TRANSFORMAR EL PARQUE EDIFICADO PARA COMBATIR EL AUMENTO DE TEMPERATURAS?

26/09/2023 | Recomendaciones

Aunque muchos de nosotros hayamos soñado más de una vez con dejarlo todo y marcharnos al campo, o añoremos la vida en una localidad pequeña en la que el tráfico y las prisas no sean la constante, las cifras indican que el futuro es de las ciudades: según datos de la ONU, alrededor del 50% de la población mundial actual vive en ellas y no se espera un cambio de tendencia, ya que la previsión es que se trate de un 70% para 2050.

Esta realidad no está exenta de desafíos. Además de los que se derivan de una mayor densidad de población en áreas concretas, con los problemas de transportes, suministros y salubridad que ello conlleva, cada vez parece más evidente que las amenazas derivadas de la emergencia climática han llegado para quedarse y que será necesario planificar nuestras ciudades para hacerlas capaces de lidiar con ellas.

De esta idea nace el concepto de ciudad resiliente, que es la que analiza los riesgos, ya sean esperados o inesperados, y planifica para ser capaz de responder adecuadamente a ellos. Se trata de estar preparados para proteger a quienes habitan las ciudades, previendo en la medida de lo posible los acontecimientos que puedan impactar en sus vidas. Podría argumentarse que es una idea tan vieja como las agrupaciones humanas, que han sido capaces de levantar murallas frente a posibles invasiones, diques en zonas inundables o construcciones listas para afrontar terremotos en lugares de riesgo sísmico.

La principal amenaza a nivel mundial en la actualidad es el cambio climático, que implica una mayor incidencia de fenómenos climatológicos extremos y una tendencia generalizada a alcanzar temperaturas cada vez más altas. La transformación de la forma en que planificamos nuestras ciudades y, más en concreto, nuestros edificios, es uno de los primeros pasos para garantizar un futuro más amable en las grandes poblaciones.

Algunas de las soluciones ante estos desafíos parten del urbanismo, con un mejor diseño de las ciudades, en el que destacan conceptos como las «ciudades de los quince minutos», el desarrollo de numerosos centros para evitar concentrar mucha población en zonas ya muy tensionadas o las alternativas para evitar la creación de islas de calor. Pero no cabe pensar en una ciudad resiliente sin tener en cuenta sus edificios y, en concreto, su sostenibilidad.

Según el Informe de Economía Circular de GBCE (Green Building Council España), los edificios suponen un 40% de la energía que consumimos y emiten un 36% de las emisiones de CO2. Por un lado, urge la implantación de procesos de economía circular en la construcción, que implican desde un uso responsable de las materias primas a una optimización de las fases de proyecto, construcción, vida útil y demolición; según el mismo informe de GBCE, entre el 10 y el 15% de los materiales de construcción se desperdician durante el proceso de edificación, y el 54% de los materiales de demolición son enviados directamente a vertedero, sin ser reciclados o reaprovechados.

Por otro lado, se debe emprender la rehabilitación de los edificios de mayor antigüedad de nuestro parque edificado, que con frecuencia cuentan con un aislamiento térmico escaso o, incluso, nulo. Esto se traduce en una mayor demanda energética y, con ella, una mayor emisión de gases de efecto invernadero. La solución no solo pasa por construir nuevos edificios de elevada eficiencia energética o, aún mejor, consumo energético casi nulo, sino por resolver los problemas de los que ya existen.

Aquí cobra especial importancia la mejora del aislamiento térmico del edificio, de lejos la medida de rehabilitación que permite un mayor ahorro de energía al mantener las temperaturas interiores estables frente a las fluctuaciones del exterior. En contra de la idea más extendida, el aislamiento térmico no es solo para países de inviernos extremos, sino que ayuda a defendernos del calor, y es un importante aliado a la hora de lograr ciudades más resistentes a veranos cada vez más calurosos.

Materiales como el poliestireno extruido permiten realizar intervenciones por el exterior de los edificios que mejoran de forma integral su envolvente, como el sistema SATE, se utilizan en el aislamiento de las cubiertas o, incluso, pueden ser empleados desde el interior en el caso de edificios patrimoniales o con fachadas protegidas. Su capacidad de proporcionar aislamiento térmico disminuirá la demanda energética de la vivienda y su elevada durabilidad garantizará que sus propiedades permanezcan inalterables durante muchos años, evitando la necesidad de emprender nuevas reformas.

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El largo y cálido verano: cómo preparar nuestro hogar para las altas temperaturas

27/07/2023 | Recomendaciones

Es esa época del año: tu televisor y tus redes sociales se llenan de imágenes de playas de aguas cristalinas, calas recónditas y gente guapa disfrutando de una cerveza con los pies en la arena. Sin embargo, muchos de nosotros todavía vemos la huida a la costa o a la montaña lejos y estamos abocados a sobrellevar el calor en alguna zona donde las temperaturas se elevan sin piedad. Por eso, desde AIPEX hoy te contamos qué puedes hacer para que en verano tu casa se parezca menos a un horno y más a un fresco refugio climático.

Para muchos españoles, el aire acondicionado en casa no es una opción: ya sea por el precio de la luz, porque nuestro casero no nos lo haya instalado o por nuestro compromiso con el medio ambiente, hay veces en las que no podemos o no queremos tirar de climatización las 24 horas del día. En tales casos, lo primordial es evitar que nuestro hogar haga acopio de calor.

Impedir la entrada del calor del exterior, sobre todo en las horas centrales del día (aproximadamente, entre las 12 y las 16 horas), es la primera medida que debemos tomar, porque aproximadamente el 30% del calor entra en nuestro hogar a través de las ventanas. La eficacia de esta medida dependerá de la orientación de las ventanas y la calidad de las mismas, pero cerrar las ventanas antes de que comience el calor, bajar las persianas, hacer uso de los toldos si los tenemos o colocar burletes para mejorar el aislamiento puede ayudar a impedir que la temperatura interior suba hasta seis grados más.

La medida obvia y complementaria de la anterior es abrir puertas y ventanas, permitiendo la circulación del aire, durante la noche y primeras horas de la mañana, consiguiendo que la casa se refresque para «atrapar» después ese fresco en el interior.

Por otro lado, y al igual que sustituyes la ropa de invierno por la de verano, tu casa también se puede beneficiar de un cambio de estilo de cara a los meses más cálidos: retirar alfombras pesadas o cubrir las tapicerías más gruesas e invernales con fundas de algodón o lino puede contribuir a que tu sala de estar resulte más fresca. Apostar por los colores claros (¡y una bebida refrescante con mucho hielo!) también puede contribuir a refrescar tu ánimo tras un largo día de temperaturas elevadas.

Las comidas, y en especial las cenas, también pueden ser tus aliadas frente al calor: amplía tu recetario de ensaladas y aprovecha también para llenar la nevera de frutas de temporada. Es el momento del año en que mejor es su sabor y, además, tu salud te lo agradecerá.

Quizá no quieres prescindir por completo de la climatización, pero tienes miedo de recibir una factura de la luz muy elevada o prefieres no abusar de ella por sostenibilidad. En cualquier caso, optar por equipos eficientes y de bajo consumo siempre es una mejor opción: aunque el desembolso inicial pueda resultar mayor, a medio plazo lo notarás en la factura. Además de los equipos de aire acondicionado con la mejor categoría energética, también puedes ayudarte de ventiladores: existen opciones con mecanismos de enfriamiento del aire o ventiladores tradicionales con elevada potencia que te ayudarán a estar más cómodo en casa y que, si hay niños pequeños o personas con afecciones respiratorias en casa, te pueden evitar más de un resfriado.

Sin embargo, sin duda alguna, la medida más definitiva frente a las altas temperaturas es mejorar el aislamiento energético de nuestro hogar siempre que sea factible. El primer paso es informarnos de las ayudas y subvenciones existentes en nuestra comunidad autónoma. Los fondos Next Generation pueden suponer un empujón interesante para emprender este tipo de actuaciones, y se debe tener en cuenta que, en todo caso, son intervenciones que se amortizan a medio plazo, gracias al ahorro energético que suponen.

Las medidas de aislamiento pueden ir desde las más básicas, como instalar ventanas de alta eficiencia, a las más integrales, como el aislamiento total de la envolvente de la casa o edificio, pero se traducirán en una mejora inmediata de la temperatura interior en nuestro hogar. Además, y en contra de lo que muchas personas piensan, aislar no solo sirve para proteger la vivienda del frío, sino que también nos ayudará frente al calor, un factor que será importante ahora que se esperan veranos cada vez más largos y con más episodios de ola de calor.

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¿POR QUÉ DEBEMOS EMPEZAR SIEMPRE POR LA ENVOLVENTE?

27/06/2023 | Noticias Sin categorizar

“La envolvente, lo primero” es el lema de la campaña de Andimat que busca poner en valor la envolvente térmica de los edificios: esta garantiza el confort en su interior, el ahorro energético, la salud de sus habitantes y la sostenibilidad de la construcción.

Desde AIPEX no podríamos estar más de acuerdo con la importancia de un correcto aislamiento de la envolvente térmica, o con la necesidad de crear una conciencia generalizada de todo lo que puede hacer por nosotros, nuestros edificios, nuestra cartera y (último, pero no menos importante) el medio ambiente.

¿Te sumas al reto de la envolvente?

Por ello, AIPEX se ha sumado a esta campaña tan importante para el sector, en la que ya hemos podido ver a Carlos Vila, actual presidente de AIPEX y director comercial de DANOSA, a Manuel del Río, su consejero delegado, o a Ramón Ros, director general de URSA, explicando algunos de los motivos por los que la envolvente es lo primero.

Pero, ¿qué es la envolvente? Para explicarlo de manera rápida y visual, podríamos decir que es la “piel” del edificio: las paredes, cubiertas y suelos que lo separan del exterior y hacen las veces de barrera contra las condiciones climáticas externas. Resulta obvio que de la calidad de esta barrera dependerá el mayor o menor confort interior de una vivienda, así como su capacidad para mantener la temperatura interior estable frente al frío o calor excesivos del exterior, según la época del año.

Entonces, ¿qué necesita una envolvente para hacer bien su función? Aquí llegamos al meollo de la cuestión y al foco de la campaña de nuestros compañeros de Andimat. Una buena envolvente térmica es aquella que está correctamente aislada, sin puentes térmicos ni juntas mal selladas, lo que hace que se reduzca el intercambio térmico entre el interior de la vivienda y el exterior: hablando en términos sencillos, lo que hace que el calor no se escape en invierno y lo que nos mantiene frescos en el verano. Es evidente que, cuanto menor sea el intercambio térmico con el exterior, menos gasto energético será necesario para mantener la temperatura interior.

Un adecuado diseño y ejecución de la envolvente, adaptado a la zona climática en la que se encuentre el edificio, nos ahorrará muchas incomodidades (y muchos euros en la factura de energía). Por ello, es fundamental escoger un buen material de aislamiento, tanto a la hora de construir un nuevo edificio (y así lo refleja una normativa cada vez más exigente en cuanto a eficiencia energética) como cuando se trata de rehabilitar uno más antiguo.

Así, un material como el XPS, que además de sus excelentes propiedades aislantes posee una elevada durabilidad y una absorción de agua prácticamente nula que lo hace resistente frente a la humedad, está indicado en actuaciones integrales sobre la envolvente. Algunas de sus aplicaciones habituales, como el sistema de aislamiento térmico por el exterior o SATE, son, por su comodidad en la aplicación y su capacidad para actuar sobre toda la envolvente, muy empleadas a la hora de aislar edificios de nueva construcción o rehabilitar energéticamente aquellos que ya tienen unas décadas de vida y no cuentan con una buena eficiencia energética.

Por todo ello, desde AIPEX esperamos que muchos más agentes del sector se unan a esta campaña de Andimat y que juntos seamos capaces de transmitir su mensaje a toda la sociedad, que podrá beneficiarse de envolventes más eficientes energéticamente.

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EN 2030, NUESTROS EDIFICIOS DEBEN TENER UNA LETRA E. ¿CÓMO LO CONSEGUIMOS?

23/05/2023 | Normativa Noticias

La Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios establece la necesidad de renovar los inmuebles más antiguos: en concreto, si nuestra vivienda posee una calificación energética G o F, deberemos tomar medidas para situarla, como mínimo, en la letra E para 2030.

El desafío es enorme, sobre todo en países como España, con un parque edificado envejecido y con escasa eficiencia energética. Así que… ¿por dónde empezar?

En estos casos, estamos acostumbrados a oír hablar de ciertas medidas como cambiar los electrodomésticos por otros de bajo consumo, instalar nuevas ventanas con un óptimo aislamiento y rotura de puente térmico o, tal vez, sustituir la caldera por otra más moderna. Y, si bien todo pequeño gesto suma cuando hablamos de eficiencia, el verdadero cambio (y el verdadero ahorro) viene cuando analizamos la vivienda de una forma más integral, teniendo en cuenta todos sus elementos.

El primer paso sería conocer la situación energética de la que partimos: cuánto consume nuestro hogar y su impacto en el medio ambiente. Para ello, un profesional debidamente cualificado deberá efectuar un estudio sobre nuestra vivienda, del que se derivará una calificación energética, junto con una serie de datos que nos ayudarán a saber qué medidas podemos tomar para mejorarla: esto es, lograr un menor consumo de energía y menos emisiones nocivas. Como ya hemos visto, las calificaciones energéticas consisten en una letra, desde la G, la menos eficiente, a la A, la más eficiente.

Una vez conocidos los distintos elementos del edificio, podemos detenernos en los que ocasionan una eficiencia energética deficiente. Una causa más que habitual, especialmente en los edificios construidos con anterioridad a 1980 y, por ello, anteriores a que existiera ninguna regulación al respecto, es un aislamiento térmico deficitario o, en casos extremos, inexistente. Esto implica un mayor gasto en climatización, ya que debemos emplear más energía para mantener el interior a una temperatura de confort, pues tanto el fresco en verano como el calor en invierno “se escapa” del interior.

¿Qué hacer si es el caso de nuestro edificio? La mejora del aislamiento, en especial en los casos en los que es posible actuar sobre la totalidad de la envolvente (techo, suelo y paredes) es una actuación que resuelve el problema en el largo plazo y que, pese a suponer una inversión inicial, se recupera en poco tiempo gracias al ahorro en las facturas de energía. El poliestireno extruido (XPS) es un material aislante que, por su fácil instalación, resistencia frente a la humedad, elevada durabilidad y óptima capacidad de aislamiento es uno de los más utilizados en este tipo de actuaciones integrales sobre la envolvente del edificio, pues proporciona una solución de altas prestaciones a largo plazo.

Sin embargo, en estos momentos de inestabilidad de precios, el económico es un factor importante antes de dar cualquier paso, así que muchos ni se plantean emprender una rehabilitación energética por miedo al coste que esta pueda suponer; aunque sepamos que a la larga ahorraremos, a menudo asusta la inversión inicial.

Afortunadamente, para la rehabilitación energética de edificios existen distintas subvenciones y deducciones. Algunas de estas ayudas provienen de los fondos europeos llamados Next Generation EU. En este caso, hay tres tipos de actuaciones subvencionables:

  • Mejora de la envolvente térmica
  • Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas
  • Mejora de las instalaciones de iluminación

En el caso de querer acceder a estas subvenciones, las actuaciones de rehabilitación en los edificios residenciales y viviendas unifamiliares deben acreditar, por un lado, una reducción de, al menos, el 30% del consumo de energía primaria no renovable, referida a la certificación energética. Por otro lado, acreditarán la reducción de la demanda de energía global anual de calefacción y refrigeración de un 35% en zonas climáticas D y E (las más frías, en general las provincias del interior y mitad norte de España) y de un 25% en zonas climáticas C (litoral norte y algunas provincias de interior en la mitad sur del país).

Otros enlaces de interés:

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ACV, ¿QUÉ ES Y CÓMO CONTRIBUYE A LA DESCARBONIZACIÓN DEL PARQUE EDIFICADO?

04/05/2023 | Información técnica Sin categorizar

Hoy por hoy, con una primavera que está batiendo récords de temperaturas en buena parte de Europa, quedan pocas personas que aún se atrevan a negar la emergencia climática y la necesidad urgente de intervenir para atajar sus consecuencias, tanto en nuestra calidad de vida como en el medio ambiente que nos rodea.

El sector de la construcción es responsable de buena parte de las emisiones nocivas que contribuyen al calentamiento global, y por ello se ha elaborado legislación reciente como la Directiva 2010/31/UE, que determina que a partir de 2020 todos los edificios de nueva construcción deberán ser edificios de consumo de energía casi nulo.

Sin embargo, el sector cuenta desde hace décadas con otra herramienta de suma importancia a la hora de reducir sus emisiones: nos referimos al Análisis del Ciclo de Vida, también conocido por sus siglas ACV.

Se trata de una metodología desarrollada en los años sesenta encaminada a estimar y evaluar de forma objetiva los impactos que un determinado producto o servicio puede tener sobre el medio ambiente durante todas las etapas de su existencia, desde la extracción de materias primas para su elaboración hasta el final de su vida útil.

El ACV parte de la realidad de que todas las actividades y procesos ocasionan un impacto medioambiental en cierta medida: consumen recursos, emiten sustancias y pueden provocar otras consecuencias en el medio ambiente durante su fase de uso. Esto hace que sea fundamental evaluar dichos impactos para tratar de minimizarlos, ya que pueden afectar a nuestra salud, al cambio climático, la reducción de la capa de ozono, eutrofización, acidificación, entre otras.

El ACV no establece unos procedimientos específicos que se deban seguir; su principio básico es identificar y pormenorizar todas las etapas del ciclo de vida de los productos, desde la adquisición de las materias primas que los componen, la producción, la distribución y uso del producto final hasta su posible reutilización, reciclaje o desecho. Una cuidadosa revisión de estas etapas nos indica dónde se producen los mayores impactos y sirve para tomar medidas que contribuyan a su reducción.

Como veremos, la vida de un producto comienza por la fase de diseño y desarrollo e idealmente termina con su reutilización o reciclaje. Entre ambos momentos, podemos distinguir diferentes etapas:​​​

  1. ​​​Adquisición de materias primas. Esta etapa abarca las actividades necesarias para la extracción de las materias primas y las distintas aportaciones de energía del medio ambiente. En ella se incluyen las emisiones propias del transporte necesario previo a la producción.
  2. Proceso y fabricación. En esta fase se incluyen las diferentes acciones que transformarán las materias primas y energía en el producto final: por ejemplo, las planchas de XPS.
  3. Distribución y transporte. Consiste en el traslado del producto terminado al cliente; en el caso de un material aislante, el traslado a un almacén o al lugar de la obra en la que vaya a ser instalado.
  4. Uso, reutilización y mantenimiento. Aquí se incluyen todas las actividades derivadas de la vida del producto en sí: en el caso de una plancha de material aislante, la fase de uso cuando ya está instalado en un edificio, las posibles acciones de mantenimiento que necesite o su reutilización en el caso de que el edificio sea demolido o reconvertido. Cabe recordar que el XPS, debido a su durabilidad, es especialmente eficiente en esta fase, ya que apenas precisa mantenimiento y por su propia naturaleza aislante impedirá el despilfarro de energía a la hora de mantener una temperatura interior confortable.
  5. Reciclaje. Esta fase arranca cuando el producto ha servido para su función inicial. Si bien no es posible en todos los materiales, nuevamente el XPS es un material que se puede reciclar, y que de hecho puede estar compuesto por material reciclado al 100%.
  6. Gestión de los residuos. Esta fase también ha cobrado una especial importancia en los últimos años, con el auge de la economía circular.

El constante análisis de las distintas fases del ciclo de vida de los materiales es clave para alcanzar la descarbonización del parque edificado, ya que permite detectar los procesos que generan más emisiones y optimizarlos para lograr su reducción.

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DÍA MUNDIAL DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA. PENSANDO EL EDIFICIO DEL FUTURO

07/03/2023 | Agenda Noticias

Si nos guiamos por las películas, los edificios del futuro son esbeltos e imponentes rascacielos de cristal, o inmensas moles recubiertas de anuncios de neón y proyecciones. Pero, al igual que el coche volador es una constante en las fantasías sobre el año 2000 y, de momento, ni está ni se le espera, es probable que debamos imaginarnos los edificios del futuro de forma muy diferente; lo que sí es seguro, según los arquitectos y otros expertos del sector, es que serán energéticamente mucho más eficientes. Después de todo, el tipo de futuro que nos gustaría vivir depende de ello.

Según el último informe anual realizado por la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (GlobalABC) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), divulgado a finales de 2022, el sector de los edificios y la construcción representó en 2021 más de un 34% de la demanda de energía y alrededor de un 37% de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía. Estas cifras explican por qué es importante que el sector sea capaz de reducir drásticamente sus emisiones de aquí a 2050, pero, ¿cómo?

Si sabemos dónde mirar, nos daremos cuenta de que, como cantaba Radio Futura, el futuro ya está aquí. La normativa europea especifica que los Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN o, por sus siglas en inglés, nZEB) son obligatorios a partir de 2020, y la exigencia afecta tanto a nuevas construcciones como a rehabilitaciones de las ya existentes. Por otro lado, certificados energéticos como Passivhaus o BREEAM avalan la eficiencia de las edificaciones. La construcción sostenible, respetuosa con el medio ambiente y de bajas o nulas emisiones gracias al recorte de su demanda energética, capaz de cuidar nuestra salud con una óptima calidad del aire, será la norma en las próximas décadas.

Un excelente aislamiento térmico es imprescindible en este tipo de edificios, así como en las rehabilitaciones, ya que reduce tanto el coste energético como las emisiones nocivas y mejora el confort interior y la calidad del aire que respiramos.

Materiales como el poliestireno extruido, o XPS, son capaces de aportar sostenibilidad a las construcciones donde se instalan. No solo por su capacidad de proporcionar un elevado aislamiento térmico, sino por propiedades clave como su durabilidad, que mantiene sus propiedades inalterables durante toda la vida útil del edificio, reduciendo las necesidades de mantenimiento o de sustitución, y por tanto evitando las emisiones derivadas de la creación y transporte de nuevos materiales constructivos, así como las producidas durante la fase de su instalación.

El Ánalisis de Ciclo de Vida (ACV) es el proceso que evalúa de forma objetiva las cargas ambientales asociadas a un producto, teniendo en cuenta todas las fases de su ciclo completo: extracción y procesado de materias primas; producción de energía y materia prima; fabricación, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento; y, por último, reciclado y disposición del residuo. El XPS, gracias a su ya citada durabilidad, permite no solo que realice su función durante toda la vida útil de los edificios en los que se instala, sino que puede ser reutilizado o reciclado al final de dicha vida útil. En el caso de este aislante, podemos decir que es reciclado, ya que puede contener un elevado porcentaje de material reciclado en su composición (en algunos casos, de hasta el 100%) y también reciclable.

Estas cualidades contribuyen a la economía circular, basada en el aprovechamiento de los recursos, reduciendo no solo el impacto ambiental de las construcciones, sino su impacto económico. Cambiar el actual modelo productivo a uno cada vez más sostenible y responsable es una tarea de todos, y el sector de la construcción debe implicarse al máximo, tanto por su potencial para contribuir a esta transformación como por su papel predominante en la calidad de vida de las personas.

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