El XPS ante el desafío de las cargas

Aipex | 18 Janeiro, 2018 | 1

Cuando imaginamos un edificio, en pocas ocasiones pensamos en los materiales que lo integran y en cómo éstos deben soportar una serie de esfuerzos que pueden comprometer la integridad del inmueble.

Y no hablamos sólo de aquellos elementos y materiales que componen su estructura (vigas, pilares, ladrillos, cerramientos, etc.), el material aislante instalado para preservar la temperatura, evitar el frío y las humedades y garantizar un mayor confort, también tiene que soportar una serie de “pesos” denominados cargas.

Estas cargas, que pueden ser, masas de tierra, las cargas estáticas (equipos, muebles, superestructuras…), las cargas dinámicas (ascensores, vehículos…), las zonas ajardinadas, garajes y terrazas del inmueble, pueden comprometer la integridad del producto y por tanto sus propiedades, por lo que es fundamental elegir siempre aquel material de mayor durabilidad y resistencia, como el Poliestireno Extruido (XPS).

Este material aislante se caracteriza por su buen comportamiento ante el agua y la humedad, su gran capacidad aislante y su resistencia mecánica, haciéndolo ideal para su instalación tanto por el exterior (envolvente del edificio), como por el interior (divisiones, suelos y techos).

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¿Cómo lo hago? ¿Qué debo de tener en cuenta la hora de elegir un material que soporte bien las cargas sin deformarse y sin perder propiedades?

Una de las características que deben valorarse es la resistencia a la compresión. Para medirla se aplica una fuerza que provoque una deformación de un 10% en el material. La resistencia a compresión standard del poliestireno extruido (XPS) es de 300 Kpa, aunque pueden conseguirse productos con resistencias de 500 y 700 Kpa.

Otro aspecto que debemos de tener en cuenta es cómo se va a aplicar esta compresión, es decir, si ésta va a ser puntual o constante a largo plazo y si el material está preparado para soportarla sin fatiga. A esta característica se la denomina fluencia a compresión. Para productos de XPS de 300 Kpa de resistencia a la compresión, la fluencia alcanza valores alrededor de 125 Kpa para cargas a 50 años con deformaciones inferiores al 2%.

Junto al tiempo de aplicación de la carga, han de tenerse en cuenta otros factores como el tipo de carga y la superficie de acción de la carga.

Aplicaciones habituales. ¿Cuándo debo prestar especial atención a la resistencia a la compresión?

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Cuando hablamos de cargas, la primera idea que nos viene a la cabeza son los aparcamientos. La creciente población de las ciudades está creando dificultades de espacio y no sólo en cuanto a vivienda se refiere, el número de vehículos también ha ido en aumento y los aparcamientos cada vez son más necesarios. Las cubiertas de los centros comerciales, de edificios públicos e, incluso, de los almacenes se están transformando en aparcamientos y el XPS es el material empleado para su aislamiento tanto por su capacidad aislante como por su excepcional resistencia a la compresión.

Pero no sólo su uso está recomendado para aparcamientos (donde el desafío de las cargas es evidente), también es el material más recomendable para el aislamiento de las cubiertas, ya sean planas –invertidas, transitables, ajardinadas– o inclinadas. Y para su instalación por el interior, en techos y suelos por su gran resistencia mecánica.

Asimismo, el XPS se puede usar bajo las losas de cimentación y para el aislamiento térmico perimetral, ya que junto a su resistencia y durabilidad, destaca que es imputrescible y su absorción del agua es mínima. Uniendo el aislamiento con XPS al de la pared o la fachada, se evitarán puentes térmicos garantizando un gran ahorro energético y se evitarán las heladas bajo los cimientos del edificio.

Por último, cabe señalar un uso menos habitual, pero que nos da una idea de la capacidad de este material: utilizado en la construcción de vías de comunicación y aeropuertos.