El aislamiento térmico: la mejor medida para ahorrar en nuestra factura energética
La luz y el gas son imprescindibles en todos los hogares españoles. Ya no concebimos la posibilidad de vivir sin ellos y, salvo casos extremos, el consumo de energía en mayor o menor medida es un gasto asumido en la economía familiar.
Pero pese a ser un bien de primera necesidad, su precio ha convertido a estos servicios en un producto de auténtico lujo. Ante la escalada de los precios de la energía tenemos varias opciones para ahorrar en su consumo. Una buena idea son los comparadores de luz o gas que nos permiten comparar y tomar decisiones para ahorrar lo máximo posible en dos servicios que conllevan un compromiso muy largo, puesto que se usan y se pagan, cada uno o dos meses y para toda la vida.
Es importante que en los hogares se escoja la tarifa más adaptada a las necesidades de sus ocupantes, para no pagar más de lo necesario. Es importante hacer un estudio del mercado, porque no siempre la tarifa más barata es la más adecuada. Por ejemplo, si se reside en Barcelona, Endesa puede ser una buena opción, pero la tarifa concreta que se escoja sería diferente en según que domicilio, puede verse más información aquí. Pero, como se indicó anteriormente, la tarifa no es lo único que afecta al precio de la luz y del gas, las características del domicilio, como los materiales con los que se construyó o los aislamientos que se han puesto en funcionamiento en la misma afectan al posible ahorro de energía.
El aislamiento térmico es ahorro
Pero sin duda alguna, si hay alguna característica esencial que tiene que tener un edificio para resultar óptimo desde un punto de vista energético y ayudar a sus ocupantes a ahorrar en energía es el aislamiento térmico. Un buen material aislante como el XPS (correctamente instalado) es esencial para que el gasto en climatización no se salga por el tejado, literalmente.
El aislamiento en un edificio siempre debe ser considerado como una inversión y no como un gasto. Por cada euro que invirtamos en aislar nuestros hogares estaremos ahorrando 7 en las futuras facturas energéticas. Entre los materiales, podemos encontrar todo tipo de aislantes, pero el poliestireno extruido resulta especialmente eficaz, duradero y económico.
Un edificio que tiene un pobre o incluso inexistente aislamiento térmico sufrirá una serie de consecuencias que traerán aparejada, en cualquiera de los casos, una pérdida de dinero debido a un uso excesivo de energía en el hogar. En invierno, el frío entrará en el domicilio, provocando que los habitantes eleven los grados de temperatura de su calefacción para llegar a una situación de confort. En verano, la temperatura exterior calentará demasiado el domicilio y por tanto el aire acondicionado se utilizará de forma excesiva, provocando, de nuevo, una pérdida de dinero por el excesivo consumo de energía.
Por el contrario, un edificio que sí posea aislamiento térmico mejorará y reducirá el consumo de energía en el hogar de dos formas: la primera es que la casa estará protegida de los cambios de temperatura en el exterior, ni un frío excesivo enfriará la vivienda, ni el calor hará de la casa un lugar tropical y, por otra parte, cuando se use el aire acondicionado o la calefacción dentro del hogar, el frío y el calor que estos producen, respectivamente, se mantendrán dentro de la casa evitando pérdidas térmicas y por lo tanto de energía.