LA DURABILIDAD DEL SATE: UN SISTEMA DE AISLAMIENTO TÉRMICO CON MUCHA VIDA POR DELANTE
El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) es una de las aplicaciones estrella del poliestireno extruido y, como tal, no es la primera vez que hablamos de ella en este blog, como puedes descubrir aquí y aquí.
Esta solución constructiva es a menudo descrita con la gráfica imagen de “ponerle un abrigo al edificio” (aunque esta definición deja en el tintero que este abrigo se transforma en un protector contra el calor excesivo en verano, una ventaja nada despreciable en climas calurosos como el español). Hoy, sin embargo, queremos centrarnos en uno de los aspectos que convierten al XPS en uno de los materiales preferidos para un buen sistema SATE: su durabilidad.
El poliestireno extruido no solo reduce los puentes térmicos, sino que, debido a su absorción de agua casi nula y a su baja permeabilidad al vapor de agua, evita la aparición de condensaciones en el interior de la vivienda o dentro de los propios muros. Además, su alta resistencia a impactos mecánicos y cargas también hace que sea capaz de mantener sus cualidades aislantes sin alteraciones a lo largo del tiempo, lo que lo convierte en un material de aislamiento hecho para durar.
Pero, dado que una cosa es la teoría y otra la práctica, ¿qué es lo que ocurre en la vida real, cuando el SATE se encuentra expuesto durante años a la lluvia, los ciclos de hielo y deshielo, y otras condiciones que pueden desafiar su integridad? No hay mejor manera de comprobar la eficacia y durabilidad de esta solución de aislamiento térmico que salir a ver cómo han afrontado el paso del tiempo y las estaciones los edificios en los que se ha instalado.
Los ejemplos reales de obras con un sistema SATE-ETICS de poliestireno extruido que ha resistido el paso de los años sin perder sus propiedades no son difíciles de encontrar. Acompañamos este artículo con un ejemplo dentro de nuestras fronteras: esta obra, situada en Guadalajara, posee 15000 m2 de fachadas SATE-ETICS instaladas nada más y nada menos que en enero de 1996 y, como puede apreciarse en las fotos que mostramos, se conserva en un excelente estado más de veinte años después.
Basándonos en los Documentos de Idoneidad Técnica concedidos por el Instituto Torroja también es fácil encontrar obras con este sistema y una antigüedad que, en algunos casos, se remonta a la década de los 80. El Instituto Torroja también certificó la durabilidad de varias cubiertas invertidas, una de las aplicaciones más extremas para el aislamiento, realizadas con XPS y que, con más de 30 años, mantienen todas sus propiedades intactas. Y, prolongando nuestra visita de campo más allá de los límites de España, un informe de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Venecia incluía varias obras de parecida antigüedad y que también se han enfrentado sin problemas al paso de los años.
Así, y gracias a su durabilidad, un SATE realizado con XPS no solo es una buena elección si pensamos en nuestro bolsillo. En un momento en el que la emergencia climática es una realidad, este tipo de aislamiento evitará consumos de energía innecesarios, pero gracias a su durabilidad también ayudará a prolongar el ciclo de vida útil del edificio, ya que pasará mucho tiempo antes de que sea necesaria una nueva obra, con el consecuente gasto energía en su fabricación, transporte y puesta en obra.