¿Cómo pueden las cubiertas ajardinadas ayudar en la lucha contra el cambio climático?
Llenar las ciudades de verde para frenar el calentamiento. O, en todo caso, sus tejados. Es lo que dice un reciente estudio publicado por la revista Building and Environment, y que ha sido realizado por investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica (Etsia) de la Universidad de Sevilla (US), donde se aboga por la instalación de cubiertas vegetales para frenar el cambio climático.
Aunque el documento deja clara la necesidad de la puesta en marcha de grandes acciones a nivel global, destaca el importante papel que pueden jugar las medidas locales. Así, se estima que sólo serían precisas entre 207 y 740 hectáreas de techos verdes en Sevilla para paliar los efectos del cambio climático, frenando así el incremento de temperatura estimado en 6º para final de siglo.
Y no es el único estudio que va en esta dirección.
La alta concentración de emisiones de CO2 en las ciudades, producidas por el consumo energético –en Europa los edificios son los responsables del 40% de las emisiones– hace necesario la adopción de medidas para su reducción y, en este sentido, las cubiertas vegetales son una muy buena opción. Teniendo en cuenta que 1m2 de cubierta verde puede absorber 5kg de CO2 al año, con su instalación en las grandes ciudades se podrían absorber millones de kilos de gases contaminantes al año.
¿Qué es una cubierta vegetal?
Se denomina cubierta ajardinada o vegetal a la cubierta cuya capa exterior de cobertura está ocupa un sustrato de pequeño espesor, que alberga especies vegetales de poco o nulo mantenimiento. Dependiendo del grado de atención que requiera la vegetación de la misma, ésta puede ser extensiva o intensiva.
La cubierta vegetal se compone de:
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Una capa de sustrato, cuya función es la de suministrar nutrientes, agua y oxígeno, así como soporte físico de la vegetación que se plante. El espesor de esta capa puede variar, desde los 4cm de una cubierta ajardinada extensiva a los 60cm de una cubierta intensiva. La descomposición biológica y la compactación de esta capa deberá ser mínima, constando en su mayoría de componentes inorgánicos y con una capa superficial de materiales porosos de naturaleza mineral que prevenga los efectos del viento.
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Una capa filtrante, que se sitúa justo por encima de la capa drenante para evitar que el traspaso de sustrato que pueda generar obstrucciones. Para ello se utiliza una capa separadora de geotextil, que se instala sobre la capa drenante, elevándose en el borde de la cubierta un mínimo de 10cm por encima de la superficie del sustrato.
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Una lámina impermeabilizante.
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Y una capa drenante, colocada encima de la lámina impermeabilizante y que funcionará como filtrante y protección al mismo tiempo.
¿Y la capa aislante?
Si la capa de sustrato es superior a los 30cm no sería necesaria la instalación de aislamiento, sin embargo su colocación es muy recomendable ya que ofrece evidentes ventajas desde el punto de vista de la eficiencia energética –las cubiertas verdes ayudan a reducir el consumo de energía necesario de calefacción y refrigeración en un 25 y un 75%, respectivamente–, pero también de la mejora del rendimiento y durabilidad de la cubierta ajardinada.
Así, en las cubiertas planas invertidas, el aislante se sitúa por encima de la lámina de impermeabilización, que actúa como barrera de vapor, evitando la aparición de humedades. De esta manera se posibilita que el aislamiento proteja simultáneamente la estructura y la lámina de impermeabilización, lo que mejora la durabilidad de esta última.
El material aislante más adecuado para su instalación en una cubierta vegetal es el Poliestireno Extruido (XPS). La colocación de planchas aislantes de XPS encima de la membrana impermeable en cubiertas planas invertidas, prolonga su duración, protegiéndola contra los cambios térmicos bruscos y las agresiones mecánicas. Además, la gran resistencia a compresión de las planchas aislantes rígidas de XPS las hace muy adecuadas para la instalación de este tipo de cubiertas en las que el peso entre el sustrato y vegetación puede llegar a los 120kg/m2.
Los tipos de planchas de XPS empleadas habitualmente en cubiertas planas, son de 300 kPa y 500 kPa de resistencia mínima a la compresión, superficie exterior lisa y mecanizado perimetral a media madera.