Así ayuda el XPS a los Edificios de Consumo de Energía Casi Nula (EECN)
El sector de la edificación lo tiene claro. Uno de sus retos más importantes de los próximos años será el cumplimiento de los objetivos de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (2010/31/EC), una normativa que señala que a partir de 2020 todos los edificios que se construyan o rehabiliten deberán tener un Consumo de Energía Casi Nula (EECN o nZEB, en sus siglas en inglés).
El problema es que en nuestro país, hoy en día, lo que se define como EECN son aquellos edificios que cumplen con el Código Técnico de la Edificación, pero poco a poco se irán incorporando criterios para que esta definición sea más ambiciosa y acorde a la realidad europea.
El Ministerio de Fomento ya ha reconocido públicamente que además de los indicadores recogidos en el DB de Ahorro de Energía del CTE del 2013, se están desarrollando nuevos indicadores basados en la norma europea “Proposal of indicators for the assessment of nearly Zero Energy Buildings (nZEB)” y que recogerán aspectos como el Uso Total de Energía del Edificio, que incluye tanto energías renovables como no renovables, y la Calidad del Edificio, incluyendo la calidad de la envolvente y el control solar.
El mercado no se ha quedado de brazos cruzados y, aunque escasos, ya hay casos reales de edificios que tienen un comportamiento real de EECN. El hecho es que todos los agentes del sector tendrán que conocer los mejores métodos y sistemas para que el edificio sea lo más eficiente energéticamente posible y uno de los más completos es el aislamiento de poliestireno extruido (XPS).
Porque si hablamos de calidad del edificio y lógicamente de su envolvente, es lógico pensar en un material como el XPS, ideal para ser instalado por el exterior y con el que se consigue un excelente aislamiento térmico, evitando puentes térmicos. Su proceso de producción y su estructura celular cerrada le otorgan su carácter aislante con unos valores muy bajos de conductividad térmica.
Su gran capacidad como aislante térmico es una razón más que suficiente para justificar su instalación en un edificio que aspira a tener un consumo de energía casi nula, pero es importante también considerar otros “aportes” que contribuyen a dar calidad a la envolvente de un edificio.
El XPS tiene una gran resistencia mecánica que le permite soportar elevadas cargas producidas en cubiertas o suelos. Es, además, un material muy resistente al agua que presenta grados de absorción prácticamente nulos, tiene un buen comportamiento frente al fuego y no le afectan los cambios de temperatura (es de hecho el aislante que ofrece mejor resistencia a los ciclos de hielo y deshielo). Por último, entre las virtudes de este material destaca su alta durabilidad.
Por todos estos motivos, el XPS es un material que ayuda a garantizar una baja demanda de climatización de los edificios y a lo largo de toda su vida útil, ahorra muchísima más energía que la empleada en su fabricación, transporte y puesta en obra.
Los argumentos están claros y la normativa a la vuelta de la esquina. Porque conseguir un parque edificatorio de edificios con cero consumo de energía o lo más cercano posible, va a suponer profundas transformaciones en los procedimientos de diseño, construcción y gestión de los edificios y las propias ciudades. ¿Empezamos?