CIMENTACIÓN Y AISLAMIENTO CON XPS: EMPEZANDO LAS COSAS (Y LAS CASAS) BIEN DESDE LA BASE

Aipex | 18 enero, 2021 | 0

Seguramente se trata de la máxima constructiva más conocida en la sabiduría popular: “No hay que empezar la casa por el tejado”, gracias a la cual todos, aunque no sepamos nada más acerca de edificación, somos conscientes de la gran importancia que tiene la cimentación en un edificio.

Un buen aislamiento, al igual que la buena construcción del refrán, debe empezar también por la cimentación. Esta zona, en contacto con el terreno y sometida a fuertes cargas mecánicas, amplias variaciones de temperatura y condiciones de humedad, ciclos de hielo-deshielo y otras condiciones extremas, se beneficia especialmente de un material aislante con las condiciones precisas. Y, una vez más, el XPS es idóneo para la misión.

¿Qué características del XPS lo hacen perfecto para la cimentación?

En primer lugar, hay que contar con la elevada durabilidad de este material, que conserva sus propiedades prácticamente inalteradas a lo largo del tiempo, garantizando para la edificación una larga vida útil durante la que no se produzcan deterioros. Por un lado, el XPS es capaz de conservar su baja conductividad térmica a largo plazo, lo que resultará en un menor consumo de energía por parte del edificio y, por tanto, menores emisiones de CO2, perjudiciales para el medio ambiente. Por otro lado, posee una elevada resistencia a la humedad, que evita el riesgo de condensaciones en los muros y la aparición de las temidas humedades.

Siempre que se den entornos húmedos, habituales en el caso de la cimentación, hay riesgo de que el aislante térmico absorba agua, lo que produciría un aumento de su conductividad térmica… y una nada deseable disminución de su capacidad aislante. La clave para resistir ataques de humedad radica en si la estructura es porosa o no. En el caso del XPS, su absorción de agua es prácticamente nula, lo que implica que se puede usar bajo las losas de cimentación y para el aislamiento térmico perimetral, al ser imputrescible. En estas aplicaciones, es además importante colocar correctamente este aislamiento en la pared o la fachada, evitando puentes térmicos, lo que garantizará un mayor ahorro energético y, además, evitará las heladas bajo los cimientos del edificio, capaces de producir daños estructurales importantes.

La resistencia a la compresión del XPS, que asegura que permanezca intacto incluso tras ciclos de hielo-deshielo, es, junto con su resistencia al agua, la que nos garantizará una cimentación a prueba de riesgos, en la que la deformación en el producto no será superior al 2% (o, lo que es lo mismo, prácticamente inapreciable) en un periodo de 50 años, tiempo que se considera como vida útil de edificios o construcciones.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de su instalación?

En términos ya más técnicos, y en lo referente a su colocación bajo losas de cimentación, el primer paso para su puesta en obra será contar con una superficie plana y con la resistencia necesaria para el uso previsto. Puede tratarse tanto del propio terreno como de la capa de hormigón de limpieza.

A la hora de instalar el XPS, y en función de las necesidades particulares de aislamiento, las planchas pueden colocarse en una o varias capas, siempre contrapeando las planchas de cada capa frente a las de otra para asegurar que las juntas no coincidan

Además, y como protección frente a las heladas, los bordes laterales de la losa se aislarán para evitar puentes térmicos. Es importante proteger estos bordes contra la entrada de agua mediante adhesivos o selladores.

Te invitamos a descubrir más en nuestro Manual XPS en aislamiento en contacto con el terreno.