La pobreza energética energética se incrementa en Europa, afectando a un 10,6% de la población (1,3 puntos más que en 2022). El dato, publicado por Eurostat, muestra cómo en pleno siglo XXI la proporción de hogares que no logran mantenerse a una temperatura adecuada en invierno o verano es todavía muy elevada.

Entre los países de la Unión Europea, 19 registraron incrementos, destacando el aumento en tres de ellos: España 20,8% (+3,7 pp), Portugal 20,8% y (+3,3 pp) y República Checa 6,1% (+3,2 pp). Nuestro país se sitúa a la cola en la lucha contra esta carencia. Además, estas cifras también ponen de manifiesto otro problema: la ineficiencia de un parque edificado envejecido, que necesita una actualización urgente mejorando el confort térmico de los edificios (y reduciendo su demanda de energía).

En esta dirección apunta la Estrategia contra la Pobreza Energética elaborada por el Ministerio de Vivienda y que está siendo sometida en este momento a consulta pública. El objetivo es recabar la opinión de los agentes interesados, para contar con una normativa que permita reducir de forma permanente y progresiva la pobreza energética en un horizonte de medio y largo plazo.

Desde el sector de la construcción también se está trabajando para ofrecer soluciones que contribuyan a paliar la situación de pobreza energética en los hogares. Las asociaciones, empresas y organismos llevamos muchos años realizando propuestas con las que impulsar la renovación del parque edificado, insistiendo en aquellos aspectos –como la mejora de la envolvente– que pueden ayudar a reducir la dependencia energética de los hogares.

Recientemente, el sector de los fabricantes de aislamiento –a través de ANDIMAT, asociación en la que AIPEX está integrado– ha tomado parte en el proceso abierto para la modificación de Código Técnico de la Edificación (CTE), donde se ha presentado una propuesta para la creación de un Documento Básico de Confort Pasivo, como herramienta para luchar contra la pobreza energética.

La iniciativa busca impulsar la creación y/o rehabilitación de edificios energéticamente eficientes. Además, se ha acompañado de un estudio donde se representa el comportamiento pasivo del edificio incorporando aquellos elementos o sistemas que contribuyen a mejorar las condiciones de confort térmico del edificio –sin incluir los sistemas de climatización–, lo que redundaría en condiciones más saludables en las viviendas y en ahorros energéticos.

También desde AIPEX hemos puesto de manifiesto en muchas ocasiones la importancia de una envolvente bien aislada, como mecanismo para la mejora de las condiciones de vida en el interior de los edificios.

En el caso del XPS, hemos puesto en valor que una actuación de renovación de la envolvente mediante la instalación de un sistema de aislamiento térmico con el exterior (SATE), proporciona ahorros de energía cercanos al 56%, reduciendo el riesgo de condensaciones y la aparición de patologías relacionadas con la humedad. Y en aquellos casos en los que no es posible actuar por el exterior, también se puede recurrir al poliestireno extruido para aislar por el interior, garantizando excelentes resultados con una pérdida mínima de espacio.

En la web de AIPEX puedes encontrar el manual Guía Técnica para la Rehabilitación de la Envolvente Térmica de los Edificios, donde se detallan todos los pasos a seguir en esta y otras aplicaciones de rehabilitación con este material.

Nosotros seguiremos trabajando para proporcionar sistemas y herramientas con los que luchar contra la pobreza energética en edificación.

Los datos son escalofriantes. Es muy difícil imaginarse que en España en 2018, todavía haya personas que pasen frío en sus hogares, pero los datos están encima de la mesa. Según el IV Estudio sobre Pobreza Energética publicado recientemente por la Asociación de Ciencias Ambientales, casi siete millones de personas (un 15% de la población) sufrieron temperaturas inadecuadas en sus hogares.

La factura energética se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para 2,8 millones de personas en España que no han podido en al menos dos ocasiones, hacer frente a ella.

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Comer o poner la calefacción. Suena duro, pero es la realidad que vive el 7% de los hogares españoles sufriendo pobreza energética, es decir: al no ser capaces de mantener su hogar dentro de lo que se considera Condiciones Climáticas Óptimas (entre 18-21º en invierno y 25º en verano, según la Organización Mundial de la Salud).

En total hablamos de 5 millones de personas que, con 417€ al mes, la renta mínima, deben alimentarse, pagas sus facturas y, además, vivir.

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